jueves, 7 de marzo de 2013


COMICS DE YUGGOTH

Los ilustradores de Lovecraft (2) 

Incluso los personajes de Hergé se incorporaron a los Mitos de Cthulhu (portadas falsas de Murray Groat)

  Como indicamos en el artículo anterior, dibujar el universo imaginado por Lovecraft ha supuesto siempre un reto casi insuperable para los ilustradores. Por eso no debe extrañarnos que éste sea un autor al que han adaptado con parsimonia los artistas del "cómic" (nunca fue menos adecuado este término anglosajón que en el caso de las narraciones gráficas de las que nos vamos a ocupar aquí), a diferencia de lo sucedido con su colega Robert E. Howard. En los últimos años lo lovecraftiano se ha prodigado más en el mundo de la historieta, pero a menudo incurriendo en aquellas "traiciones" que ya vimos en el campo de la ilustración (psicodelia, satanismo "friki"), más otras nuevas que proceden de la trivialiazación de la obra de HPL. Habría que citar por ejemplo ciertas versiones satíricas (siendo la más famosa "Ktulu" de Moebius) y otras más o menos infantiloides, e inclusive eróticas ("Lori Lovecraft" de Mike Vosburg).  De todos modos, existe un buen puñado de buenos cómics que siguen muy de cerca el referente literario, y son muy recomendables por su calidad artística.

 

La época de los comic-books useños

Primera página de la adaptación de Gasthly de "Aire Frío"
 En la época en que August Derleth empezó a difundir póstumamente los relatos de su maestro, es decir tras la segunda guerra mundial, aparecen las primeras adaptaciones en Estados Unidos,  en las revistas de horror publicadas por la EC comics. Esta editorial se caracterizaba por su sensacionalismo, empleando las historietas truculentas como una fórmula comercial novedosa para atraer a un público juvenil. Por aquel entonces empezaba a consolidarse la "cultura de masas" tal y como la conocemos hoy, como una manifestación de aquella América pujante y narcisista que eclosionó en la posguerra, y que el propio Lovecraft, detestándola, llegó a  vaticinar cuando escribió:

"Todos  los ideales de la moderna América - basados en la velocidad, el lujo mecánico, los logros materiales y la ostentación económica - me parecen inefablemente pueriles y no merecen seria atención."

Portada de Al Feldstein para "Weird Science"
Pero la prosperidad americana descansaba en los beneficios de una guerra que les vino muy bien a los magnates del complejo militar y financiero de esa superpotencia, y sobre todo en los horrores de la Era Atómica. Esta última circunstancia hizo que el número de lectores que sintonizaban con el mundo lovecraftiano aumentase exponencialmente.
Tres son las historietas de la EC basadas, de forma más o menos libre, en los relatos del "solitario de Providence" 
-"Experiment... in Dead" (inspirado en "Herbert West: Re-Animator") del  mítico Jack Kamen.Se publicó en "Weir Science" nº 12 (mayo 1950)
- "Fitting Punishment" (versión de "En la Cripta") guión de Al Feldstein y dibujos de Graham Ingels ("Gasthly"). Apareció en "Vault of Horror" nº 16 (diciembre 1950)
-"Baby It's Cold Inside" (adaptación de "Aire Frío") de los mismos autores y publicado en "Vault of Horror" nº 17 (febrero 1951)


Página de "Experiment... in dead" de Kamen
 Hoy en día estos comics están muy valorados debido a la censura y a la particular "caza de brujas" que sufrieron en su momento. La osadía y la carga crítica que algunas de estas historias encerraban serían impensables algo más tarde, cuando la moralina puritana puso en marcha el llamado  Comics Code Authority, un código de autocensura de las editoriales para rebajar el tono de los contenidos que publicaban ( y en realidad, una maniobra usada por la competencia para hundir a la E:C:).
De las tres historietas mencionadas, a mi parecer la más floja es la versión de "Aire Frío" de Gashtly, pues no tiene el nivel gráfico que este autor -el Bosco de los comics, según algunos- demostraría  en otras de sus creaciones. Por ejemplo, en "Fitting Punishment" (genial adaptación del relato de HPL  "En la cripta") sí que podemos apreciar en todo su esplendor el estilo barroco de este artista, en el que la decrepitud de sus personajes se extiende a todo lo que les rodea (lugares, cosas).


Última página de "Fitting Punishment" de Gasthly

La adaptación de "Re-Animator" realizada por Kamen, merece un comentario especial, ya que este es sin duda uno de los mejores dibujantes de historietas de suspense y de crímenes que trabajaron para la E.C. Aunque traslada la narración desde el contexto de la Primera Guerra Mundial al del momento en que fue publicada (años 50), este artista sabe recrear muy bien, con la sutileza que le caracteriza, la atmósfera amenazadora de este relato, en el que Lovecraft nos desvela el lado siniestro de la ciencia moderna.
En 1954 el psiquiatra austriaco de origen judio Frederic Wertham, gran seguidor de Freud, desató su famosa cruzada al publicar su estudio "La seducción del inocente", en el que se culpabiliza a los cómics de todos los males de la sociedad. Por ejemplo, indicó que había algunos mensajes sexuales camuflados en algunas historietas (como la presunta pareja gay compuesta por Batman y Robin, o el lesbianismo latente de Wonder Woman). Los comics de la E.C., con sus imágenes violentas fueron puestos en el punto de mira, como uno de los factores desencadenantes de la delincuencia juvenil.


 Como consecuencia de este clima censor, pasarían casi diez años hasta que volvieron a publicarse comics de horror en Estados Unidos, siendo la Warren la  editorial encargada de recuperar el espíritu de la E.C., aunque suavizando mucho los temas y el tratamiento visual y aprovechando cierta moda nostálgica por las películas de terror de los años 30 y los éxitos de la Hammer. Suyos serían los famosos magazines de terror "Creepy" y "Eerie", salpimentados con historietas dibujadas en blanco y negro. En "Creepy" se publicó una adaptación de "Las ratas en las paredes" (julio 1968), con dibujos de Bob Jenney y guión de Gutenberg Monteiro, que nos deja bastante fríos por la moderación en la que incurren los autores.
Mucho más adelante (noviembre del 79) aparecería en la misma revista una soberbia adaptación de "Aire Frío" dibujada por el gran Berni Wrightson unos años antes. Este autor, admirador de los maestros de la EC, ya había destacado por dar vida a "Swamp Thing" (la cosa del pantano) antes de que Alan Moore y sus colaboradores se encargaran de destrozar a este personaje.


Páginas de "Cool Air" de Berni Wrightson

Más tarde realizaría las magníficas ilustraciones para el Frankenstein de Mary Shelley, publicadas en 1983. Basta comparar esta versión con el fallido intento de adaptación de "Aire Frío", realizado unos años antes por Gasthly,  para apreciar el alto nivel de calidad de este artista.
Otro artista vinculado a la Warren fue Tom Sutton, quien homenajeó a Lovecraft en su cómic "Un otoño en Arkham" (1974)

 También Marvel, la editorial de los superhéroes, probó fortuna con los cómics de terror, y publicó algunas historietas lovecraftianas realizadas por los autores estrella "de la casa". En la revista "Tower of the shadows" aparecieron una adaptación de "El Terrible Anciano"(1970)   firmada por Barry Smith y Roy Thomas (el dúo que recreó las aventuras de Conan); y otra de "El Modelo de Pickman" (1971) a cargo de Tom Palmer, Berni Wrightson y Roy Thomas.
En "Chamber of Darkness" nº 5 (1970) Johnny Craig y Roy Thomas ofrecieron una versión de "La Música de Erich Zann" ("The Music From Beyond").
En otra publicación Marvel, "Journey into Mistery", además de la adaptación de un par de relatos de Robert Bloch integrados en los Mitos de Cthulhu, apareció "El Morador de las Tinieblas" (1973) de Ron Goulart y Gene Colan.
"El Terrible Anciano" dibujado por Barry Smith
Se puede reconocer en todos estos cómics el estilo habitual que hizo célebre a la marca "Marvel", caracterizado por su dinamismo y su compromiso entre el realismo y la temática fantástica que a menudo ofrecían estas publicaciones.
En el caso de los cómics de terror, estos autores enfatizan el dramatismo con el uso de planos en picado y contrapicado (los recursos desarrollados en las historietas de superhéroes), además del juego de sombras expresionista, que logra mejores resultados en las versiones en blanco y negro. Las obras que hemos citado aquí corresponden a la época de despegue y más auge de esta editorial, cuando artistas como Barry Smith, John Buscema o John Romita dieron lo mejor de sí mismos, y antes de que se optase por una línea más estereotipada, como en la actualidad. La mayoría de las adaptaciones al cómic que hemos visto hasta ahora se ciñen a los relatos "clásicos" de terror de Lovecraft, los que conectan más con la tradición gótica o con Edgar Allan Poe ("Aire Frío", "El Terrible Anciano",etc.) .La razón de esto es que estas historias resultaban más fáciles de traducir en imágenes que aquellas otras que evocan entidades más amorfas e indeterminadas como los Primigenios de los Mitos de Cthulhu. Pero esta tendencia empezará a cambiar en ese preciso momento.

Los comix underground redescubren a HPL


 
A finales de la década de los sesenta aparecerán las llamadas publicaciones "underground" en Norteamérica que, de forma más o menos clandestina, dan a conocer autores vinculados a la contracultura californiana, algunos de ellos muy interesados en el mundo de Lovecraft. Estos autores se atreven a sumergirse en los delirios lovecraftianos sin restricciones, fascinados por la aureola de ocultismo que envolvía a sus relatos, en especial los que se integraban en los Mitos de Cthulhu, y por asociar las pesadillas del genio de Providence con las experiencias con el ácido, tan en boga durante la generación hippy. Los personajes de Lovecraft, en su búsqueda de sabidurías antiguas, serían identificados abusivamente con aquellos que pretendían realizar itinerarios iniciáticos consumiendo LSD y otras sustancias psicoactivas, y que a menudo acababan descendiendo a los infiernos, sufriendo alucinaciones espantosas o haciendo descubrimientos terroríficos.

Páginas de"El sabueso"de Jaxon
"Skull" fue un fanzine underground que en 1972 publicó algunas historietas, bastante notables para ser de este estilo (sobre todo si lo comparamos con "Makoki" y otros bodrios parecidos), e inspiradas directamente en los relatos de Lovecraft. Muy estimable es "El Sabueso", firmada por Jack Edward "Jaxon", uno de los pioneros del comix underground, y que respeta bastante  la narración original, creando una atmósfera macabra muy acorde con el espíritu gótico que entraña. Algunos detalles revelan una indisimulada admiración por los viejos maestros de la EC, como Gasthly", en el gusto por la ambientación ruinosa o por los engendros en descomposición. Esta clase de elementos eran todavía atípicos en las publicaciones más serias del "mainstream".
En la misma revista Michael C. Smith hace una adaptación de uno de los relatos más versionados de Lovecraft, "Aire Frío", que queda muy por debajo de las que hemos comentado anteriormente. Mejor está "El Modelo de Pickman" (una vez más) de Herb Arnold, que rinde tributo a la famosa ilustración de Hannes Bok, que ya comentamos en la entrada anterior.


También es interesante "The Shadow from the Abyss",  traslación de "En la Noche de los Tiempos" dibujada por Larry S.Todd, publicada también en Skull, y que muestra la particular visión que tenían los autores underground de los Mitos de Cthulhu, en clave de "viaje" cuasi lisérgico.

"The Shadow from the Abyss" de Todd

De todas formas, el autor es bastante fiel al texto de Lovecraft y no incurre en demasiados devaneos con la "cultura del ácido". Su estilo recuerda bastante al de su colega Robert Crumb.
Otro de los colaboradores de "Skull" sería un incipiente Richard Corben, que hizo su peculiar adaptación de "Las ratas en las paredes". No soy devoto de este autor, al que considero sobrevalorado, ya que a pesar de la flamante técnica de los colores superpuestos, no consigue disimular su trazo a menudo deficiente y descuidado. Tiene algunos trabajos estimables, algunas de sus portadas francamente lo son, cuando pone en juego su técnica, cuya brillantez cromática tanto parece recordar a los estados alterados de la percepción. Pero la mayoría de sus trabajos suelen decepcionar bastante, sobre todo cuando, como en este caso, se reproducen en blanco y negro. Hace poco ha vuelto a las andadas con Lovecraft,  publicando la serie "Hount of Horror" con guiones de Rich Margopoulos, tras haber profanado también con anterioridad la obra de Poe.

Página de "El Modelo de Pickman" de H. Arnold
Cthulhu visto por Druillet





Más allá de la Americanosfera

 
A medida que los cuentos de Lovecraft iban siendo traducidos a varios idiomas y conocidos fuera del mundo anglosajón, otros artistas del cómic no se resistieron a ofrecer su propia interpretación de los Mitos de Cthulhu. Destacable es el caso del autor francés Philippe Druillet, uno de los fundadores de la revista "Métal Hurlant" en compañía de Moebius, Dionnet y Farkas a comienzos de los 70, y que siguiendo los pasos de Jean-Claude Forest (creador de Barbarella) recogió las influencias de la nueva cultura de masas americana: el gusto por la ciencia-ficción y ciertos guiños a la psicodelia que tanto se llevaba por aquel entonces.
Viñeta de"Urm Le Fou"  de Druillet

 Druillet es un artista lovecraftiano que no adapta ningún relato de Lovecraft en concreto, pero que sí rinde homenaje al maestro (y también a otro escritor reverenciado por él, A.E. Van Vogt) en buena parte de sus historietas, sobre todo las protagonizadas por su alter ego Lone Sloane.





De "Urm le Fou" por Druillet
Druillet es un dibujante que, para ser francés, resulta de todo menos racionalista y cartesiano. Las arquitecturas barrocas que es capaz de recrear se asemejan bastante a las visiones de los psiconautas (empleando el término acuñado por Jünger) como el opiómano Thomas de Quincey o el propio Lovecraft. Ciertamente que la gran y pricipal diferencia entre este último y los "artistas psicodélicos" es que Lovecraft no necesitaba consumir drogas para acceder al plano de lo numinoso; le bastaban sus sueños y su propia imaginación, alimentada por las lecturas de Lord Dunsany y otros genios de la literatura fantástica. En el caso de Druillet, desconozco si llegó a experimentar con drogas, pero algunas de sus primeras historias publicadas en Métal Hurlant ("La Nuit") sí tocan de cerca el tema, y en el caso de su colega, el recientemente fallecido Moebius, es de sobra conocido que no rehusó el empleo de la marihuana para encontrar la inspiración.


 


Páginasdel libro "Yragael ou la fin des temps" de Druillet




  


Volviendo al trabajo de Druillet, la forma original de construir sus páginas- como si cada una de ellas se tratara de una sola viñeta- contribuye en gran medida a evocar una atmósfera legendaria y alucinante, muy acorde con la temática de los Mitos. Su estilo rezuma a veces gran malignidad, creando criaturas extrañas e híbridas que bordean lo diabólico, pero sin llegar a los excesos de un H.R.Giger. En suma, es un autor interesante y cuyo trabajo continúa resultando fresco y sugestivo en la actualidad, a diferencia del de otros colegas de su generación en los que se nota más el paso del tiempo.  
 Las aventuras de Lone Sloane las empezó a publicar  Druillet en la veterana revista "Pilote", en 1970. A la primera aventura titulada "Le Mystere des Abismes" seguiría un ciclo de seis episodios que llamaría "Les 6 voyages de Lone Sloane". Luego aparecieron  "Delirius" (1972) con guión de Jacques Lob, "Yragael  ou la fin des temps" (1973-74) con guión de Michel Demuth, "Urm le Fou" (1974-76) y "Vuzz" (1973) que empezó a publicar en la revista "Phénix" y más tarde fue difundida por "Métal Hurlant".


El virus de Cthulhu también llegó a la Argentina, la patria de Borges, aunque este último llamara a Lovecraft "parodista de Poe" y calificara alguno de sus escritos de "lamentable" (otro tanto se podría decir de algunos relatos del celebérrimo  invidente).  Allí destacaron el  dibujante uruguayo Alberto Breccia y Norberto Buscaglia, autores de  una conocida versión de "Los Mitos de Cthulhu" (publicada originalmente en la revista italiana "Il Mago" en 1973). Adaptaron algunas notables historias del maestro: "El llamado de Cthulhu", "La Ciudad sin Nombre", "El horror de Dunwich", "La Sombra sobre Innsmouth", "La cosa en el umbral", "El morador de las tinieblas", "El que susurra en las tinieblas", "El color que cayo del cielo".
 La visión de estos autores es completamente diferente del delirio driullesco; más bien presenta una pátina intelectual que la hace una obra única en su género, siendo considerada por algunos una de las mejores adaptaciones de la literatura al comic. Breccia experimentó con todo tipo de técnicas para lograr la ambientación más acorde con cada una de las historias (collage, monotipos, tramas mecánicas, efectos ópticos...) Ante todo, juega con la sugerencia en lugar de, como en otras versiones, enseñarnos los monstruos (que por otra parte el estilo literario de Lovecraft envolvía en un velo abstracto, imposible de diseñar). La influencia de Breccia se dejó sentir en otros artistas del comic como el argentino Horacio Lalia ("El extraño"), el italiano Dinno Bataglia ("La Música de Erich Zann",1974) o los españoles Brocal Remohí ("El otro Necronomicón"), Esteban Maroto ("La ciudad sin nombre") o José Beá. Estos últimos autores  trabajaron para la editora Warren, y  también acusan la influencia de los dibujantes norteamericanos de "la casa"

Página de "El Horror de Dunwich" de Breccia
Plancha de "La cosa en el umbral" de Breccia

Últimos comics lovecraftianos

John Coulthart es un artista gráfico británico, cuyo estilo visionario nos recuerda a veces al de Druillet y otras a Giger, aunque es capaz de brillar con personalidad propia. Se le conoce por haber trabajado en ocasiones colaborando con el prolífico (y en ocasiones plúmbeo) Alan Moore, y por haber realizado las carátulas para discos de música heavy y portadas de novelas steampunk. Su admiración por Lovecraft se ha materializado en algunas novelas gráficas basadas en la obra del "Solitario de Providence". En 1988 publicó "The Haunter of the Dark", a la que siguió "The Call of Cthulhu" en 1994 (que es, en realidad, una curiosa colección de láminas, como el "Necronomicón" de Giger).

"The Haunter of the Dark" de Coulthart

"The Call of Cthulhu" de Coulthart

En muchas de las ilustraciones de este último libro se observa un empleo de composiciones simétricas que acentúan el aspecto maléfico y metafísico de las "deidades" del panteón de Cthulhu. En otras inventa cosmogonías como las que aparecen en los grabados del alquimista Robert Fludd o en las visiones de  un William Blake. Últimamente Coulthart trabaja en la serie "Lord Horror", desarrollando su universo terrorífico privado, poblado de delirantes pesadillas, donde se deja sentir también, por supuesto, el influjo de la obra de Lovecraft


Homenaje a los Ononoes de Hogarth en "Lord Horror" (1995)de Coulthart
"Dagon" (1999) de Coulthart

La última revelación del comic relacionado con Lovecraft viene de la mano de un dibujante holandés llamado Erik Kriek, que inició su andadura en el mundillo de las publicaciones underground de su pais, y que acaba de autoeditar un magnífico volumen titulado "Desde el Más Allá y otras historias" (2012). En él ofrece su propia recreación de cinco de los mejores relatos lovecraftianos ("El intruso", "El color que cayó del espacio", "Dagon", "Desde el más allá" y "La sombra sobre Innsmouth").


Kriek tiene el acierto de ambientar las historias en la época en que se escribieron, cosa que no es muy habitual entre los que han adaptado gráficamente a Lovecraft. Además se pueden apreciar en su estilo influencias de diversos autores del comic, como los "viejos maestros" de la EC (Jack Davis, Kamen,etc.) o el Corben menos malo, pero también de los ilustradores de primera hora que se inspiraron en HPL, como Virgil Finlay o Utpatel. Y las influencias van más allá del comic o la ilustración, porque habría que citar la pintura y la fotografía americana de la época o, por supuesto, el cine negro y expresionista de Fritz Lang u Orson Welles.


Viñeta de"El color que cayó del espacio",  por Kriek
"El color que cayó del espacio" por Kriek

Por ejemplo, en uno de los mejores relatos adaptados por Kriek, "El color que cayó del espacio", nos describe con gran minucia la América rural de la Gran Depresión (la que aparece en los cuadros de Edward Hopper , en las fotografías de Walker Evans o en películas como "Las uvas de la ira" de John Ford). Esta historia de Lovecraft parece una premonición de los efectos de la radioactividad atómica, escrito mucho antes de Hiroshima. Al ver la viñeta en la que el protagonista-narrador descubre el cuerpo casi descompuesto de una de las víctimas de la extraña plaga, nos viene a la memoria el "Retrato de Dorian Grey" pintado por un artista americano contemporáneo de HPL, Ivan Le Lorraine Albright.

Página de "Desde el Más Allá" por Kriek
Página de"Dagon", por Kriek

El resto de las historias que aparecen en el volumen no le van a la zaga, pero destacaría sobre todo la última, "La Sombra sobre Innsmouth", donde Kriek se supera a sí mismo recreando la atmósfera malsana de esa ciudad imaginaria, situada en algún lugar de Nueva Inglaterra. La ambientación de la arquitectura decadente, del entorno portuario y de sus degenerados habitantes es magistral, y Kriek (en consonanacia con Lovecraft) es capaz de crear una tensión que va in crescendo hasta que al final se manifiesta el terror en forma de esos monstruos híbridos, a cuya estirpe pertenece el protagonista.

Como queda demostrado, la obra del genio de Providence sigue siendo una fuente de inspiración para las más variadas interpretaciones artísticas, hoy más que nunca,cuando ya han pasado más de 75 años que HPL abandonó este plano de la existencia.


Páginas de "La Sombra sobre Innsmouth", por Kriek

 






 

 
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